Opinión Portada 

El comentario de hoy, jueves 29 de agosto 2024

El pasado lunes 26 inició de manera oficial, el ciclo escolar 2024-2025. Sin embargo, como desde hace al menos dos décadas, el llamado Cártel 22 dio a conocer su calendario alternativo. Suspensiones, marchas, sin faltar, el martirologio de su eterna victimización. Es decir, se sigue con las viejas prácticas y los mismos moldes, no obstante, las nuevas reglas que, suponemos, habrá que delinear la nueva administración federal que inicia su gestión en poco más de un mes.

Para nuestros flamantes dirigentes seccionales, en materia de educación, Oaxaca se cuece aparte. Es decir, somos una ínsula barataria, en donde el sindicato o la disidencia sindical es quien dicta las reglas de la política educativa. Más de 4 mil millones de pesos en prebendas les entregó, ante la amenaza de boicot de la pasada jornada electoral de junio, el régimen de López Obrador. ¿Seguirán con la mano alargada la próxima administración, sin cumplir con su responsabilidad docente? Eso está por verse.

Pero es un hecho que, si la presidenta Claudia Sheinbaum y el futuro titular de la SEP, Mario Delgado, dejan que les tomen la medida, poco podemos esperar que este sector parasitario de la clase trabajadora, deje la politiquería y la calle, para cumplir con su labor docente en las aulas. Si se deja que prevalezca libremente la estrategia del chantaje y la presión traducidos en movilización-negociación-movilización, que Dios salve a nuestros niños y jóvenes del sistema educativo oficial, de la mediocridad y los contenidos sesgados.

En Oaxaca, es un hecho que su propósito es recuperar el control de plazas, nómina, la totalidad de movimientos, pagos adicionales, etc., todo a su libre albedrío. Un organismo sindical que se asume patrón, fuera de toda legalidad. Adicionalmente, seguir con la manida práctica de continuar presionando al gobierno estatal con demandas y peticiones, y, por otro lado, continuar obteniendo beneficios y canonjías de la Federación. Es decir, mañosa y perversamente bailar en dos pistas con la misma bandera: la demagógica transformación de la educación en Oaxaca.

Aquí, como en pocas entidades del país, se reflejan con nitidez los vicios de un magisterio que repite como loro viejas consignas socialistas, con una dualidad ofensiva. Dijeron luchar contra el charrismo sindical en 1980, para establecer como resultado, una nueva tiranía forjada en la intolerancia, la sumisión, la falta de autocrítica y la corrupción. Lo más grave es que, en esa obsesión de poderío frente a sus huestes, se han llevado entre las patas -así literal- a un sistema educativo que arrastra desde hace 44 años, un irreversible rezago. (JPA)  

Leave a Comment